El guitarrista participó en el Festival Internacional de Guitarra de la Ciudad de México y le rindió un homenaje a su "inmortal" Paco de Lucía
La música mexicana es sin duda un aperitivo auditivo que se degusta en todo el mundo. Contagia alegría, despierta todo tipo de emociones y el simple hecho de escucharla embellece aún más el folklore de México.
Pero, ¿alguna vez imaginaste a la música mexicana con un toque de flamenco? Esa es la original propuesta de Manuel Alonso -siguiendo el consejo del maestro Juan Ramón Caro– que podría marcar la diferencia con Paco de Lucía, aunque humildemente él lo niega argumentando que “Paco de Lucía ya existió y nadie va a ser como él”.
De origen mexicano, pero radicado en Barcelona desde hace 10 años, Manuel Alonso es un internacional guitarrista de flamenco colocado en las más altas esferas de este género musical y estuvo en su natal México para participar en la tercera edición del Festival Internacional de Guitarra que tuvo lugar en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música de la ciudad de México. Pero Manuel no vino solo, el percusionista catalán Pablo Gómez de Molina le acompañó, como lo hace en la mayoría de sus presentaciones.
En entrevista exclusiva con La Opinión (Los Ángeles) y El Diario (Nueva York), Manuel Alonso y Pablo Gómez hablaron de la importancia de la gira por tierras mexicanas, para reactivar el gusto por el ritmo flamenco y en especial por ser la primera vez que el festival se abre también para guitarra flamenca, pues en la dos ediciones anteriores, solamente tuvo lugar la guitarra clásica.
Aunque para Manuel Alonso hubo una motivación más: un homenaje al recién fallecido Paco de Lucía, al que considera el máxmo representante de flamenco y la figura que lo impulsó a seguir sus pasos desde niño.
“Si yo soy guitarrista fue por él (Paco de Lucía), porque de niño yo escuchaba la música de Paco y entonces yo quería tocar como él y ojalá que un día lo consiga. Hace 10 años que no toco en México y también se da eso, fallece en México y por eso quisimos hacer una especie de homenaje para Paco”, comenta Manuel Alonso quien insiste en que no habrá otro como Paco de Lucía.
Pablo Gómez apoya la moción de su incondicional amigo mexicano y argumenta que para ser un gran guitarrista de flamenco lo primero que “no se debe hacer” es emular a Paco de Lucía, “porque no se va a poder”.
“Es el padre del flamenco, pero a partir de Paco se abren otro tipo de gente, otro tipo de músicos, porque el flamenco estaba destinado. Era un guitarrista básicamente de acompañamiento, sobre una base armónica de cuatro acordes, ahí funciona todo. Entonces Paco cambió la postura y evolucionó”, destaca el percusionista catalán.
Manuel Alonso ve muy posicionada la música flamenca en México y en el mundo, porque a decir del guitarrista esta música se adapta fácil. “Es una música que al mismo tiempo se abre, evoluciona y aporta cosas y siempre se está mejorando”.
“A medida de que va pasando el tiempo, lo que importa es que la gente aplique a nivel mundial el virtuosismo. La guitarra flamenca en realidad es una guitarra muy virtuosa, que cualquier músico que sea guitarrista, con un guiño la va a hacer, porque es una meta a conseguir como instrumentista. Es una música que ha llegado muy lejos gracias a Paco de Lucía, pero también gracias al virtuosismo que representa tocar una guitarra”.
Con estos argumentos y aprovechando la diversidad y el bagaje cultural han logrado impactar a flor de piel a naciones enteras con su música, hasta las más impensables como Arabia Saudita, Grecia o Andorra.
“Además de ser una música muy potente, es una música muy temperamental. La gente es más resistente a eso porque es un compendio de muchas culturas en realidad”, remata Pablo Gómez de Molina.
Manuel Alonso inició sus estudios de guitarra clásica en México en la Escuela Nacional de Música, y hace 10 años decidió probar suerte en Barcelona, por ser uno de los tres centros donde se ofrece la carrera de guitarra flamenca como institución.
Ahora regresa a México junto con Pablo para fundir culturas y tradiciones al son de las cuerdas de una guitarra y al mismo tiempo rendirle culto a su inmortal Paco de Lucía.
Manuel y Pablo dieron una muestra de sus dones flamencos que a continuación te presentamos.